La noche llena de estrellas,
el día lleno de luz,
la vida infinita condena,
si a mi lado no estás tu.
Una brújula sin norte,
un rumbo sin dirección,
una vida sin horizonte,
un amor sin comprensión.
Tus ojos como luceros brillantes,
tu sonrisa blanca como el marfil,
tú, de mirada inquietante,
yo, con un suspiro sutil.
Tus manos suaves como la brisa,
tus labios dulces como la miel,
tú, el culpable de mi sonrisa,
tú, hechicero de mi piel.
Y como este poema no tiene sentido,
Tus manos suaves como la brisa,
tus labios dulces como la miel,
tú, el culpable de mi sonrisa,
tú, hechicero de mi piel.
Y como este poema no tiene sentido,
ni poema podría ser
pues las rimas aquí escritas han surgido,
cuando no tenía nada que hacer.
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