Me pidieron que te llamara profesor, luego y con el paso del tiempo, me di cuenta que profesor no era una palabra que abarcara todo lo que tu representas, una palabra que no te define como persona o profesional, o por lo menos no la persona que tu eres.
Me di entonces a la tarea de buscar la mejor manera de llamarte, de encontrar aquel título que por lo menos intentara asemejarse a lo mucho que representas para mí, y luego de un tiempo conocí a alguien quien mencionó una palabra que quedó retumbando en mi mente, "maestro". ¿Maestro?, me pregunté, ¿será esa la palabra que estoy buscando?, entonces pensé usar una herramienta que alguien como tú me enseñó a usar cuando era pequeña, y en ella encontré:
- "Profesor, docente o enseñante es quien se dedica profesionalmente a la enseñanza, bien con carácter general, bien especializado en una determinada área de conocimiento, asignatura, disciplina académica, ciencia o arte."
- "Un maestro, (del lat. magister, -tri), en sentido general, es una persona a la que se le reconoce una habilidad extraordinaria en una determinada área del saber, con capacidad de enseñar y compartir sus conocimientos con otras personas, denominadas discípulos o aprendices"
Bien, pensé, maestro es una palabra que aproximadamente define lo que pienso respecto a ti, pero como no abarca todo, y no hay una mejor palabra, entonces te escribo éstas líneas para complementar la definición:
Mi querido maestro, por mucho tiempo has guiado mis pasos, me has hecho ver mis errores y la manera de corregirlos, me has aconsejado, me has puesto muchos trabajos que aunque en el momento no entienda por qué los debo hacer o para qué me sirven, finalmente descubrí que aparte de enseñarme lo correspondiente a la materia, me hacen aprender a pensar, a trabajar y a valorar el tiempo.
Tú, con palabras suaves, me enseñaste la mejor manera de volar, pero me permitiste tomar la decisión de cuándo y cómo hacerlo, y me dijiste que si caía al suelo, no me rindiera, sino retomara mi vuelo.
Me contaste muchas locuras que hiciste en el pasado, muchas experiencias vividas, muchos sueños realizados y otros si realizar, me dejaste ver quien eres, y compartiste conmigo tus planes futuros, con todo eso, me enseñaste a soñar, pero no a soñar tus sueños, ni a vivir tu vida, sino a descubrir mi camino, mis expectativas, mis experiencias, me enseñaste a pintar mis propios sueños y me alentaste a vivirlos.
Me llevaste de la mano mientras me enseñabas cómo es la vida, cómo la has vivido, y me soltaste cuando viste que ya era hora que yo aprendiera a caminar sola, a vivir mi propia vida.
Todas las indicaciones que pusiste sobre la mesa de trabajo, todas las ecuaciones que escribiste en el tablero, todos los razonamientos filosóficos o poéticos que me transmitiste, todo ha servido para algo, por lo tanto, hoy te puedo decir que no has perdido tu tiempo.
Me encanta de ti el hecho de que seas capaz de compartir conmigo y con los demás todos tus conocimientos, me da gusto que no te des por vencido al ver que muchos no se interesan en lo que dices, sino que por el contrario, lo sigues intentando.
Agradezco que muchas veces en tu afán de hacerme comprender las cosas, busques los ejemplos más gráficos, te sientes junto a mi a explicarme, y hasta me hagas reír.
“Maestro”, tal vez se quedó corta la palabra para definirte, tal vez hasta todo lo que he plasmado en éstas letras también sea poco para lo mucho que tu eres, pues además de ser mi guía “académico” por así decirlo, eres mi amigo, ese alguien que con ejemplo me enseñó y me sigue enseñando, que con palabras dulces me dice “yo se que puedes”, que con una sonrisa en el rostro pronuncia las palabras “para atrás ni para coger impulso”, que resalta todo lo bueno que tengo y me fortalece para continuar en la batalla de la vida.
Mi querido AMIGO, espero que este pequeño reconocimiento alegre un poquito tu día, y que aunque sea poco, retribuya en algo lo mucho que me diste a lo largo de todos estos años de aprendizaje.
Que lindo detalle, es gratificante y estos detalles dan a entender que nuestra labor y paso en esta vida ha dejado algo que valió la pena.
ResponderEliminarDios te bendiga.
Un abrazo.