sábado, 28 de mayo de 2011

Memorias de un día cualquiera

La situación de Colombia es demasiado cruel para ser cierta, leí todos y cada uno de los cuentos que quisieron escribir personas que como yo buscan expresar sus sentimientos de alguna manera no convencional y que tal vez para otros resulta ridícula, y al terminar de leer concluí que muchas de las historias allí plasmadas convergen en lo mismo, la cruel situación por la que atraviesan decenas de familias colombianas, tantas muertes injustificadas, tanta guerra, tanto dolor causado por defender ideales que si en algún momento eran nobles, hoy se convirtieron en absurda politiquería y lucha de poderes, porque en nuestra sociedad el que tiene el poder lo tiene todo aunque ni si quiera sepa cómo usarlo.

Llevo dos meses pensando en lo que voy a escribir, no quiero que suene a lo mismo de siempre, pero realmente mi mente se ha enfrentado a otras batallas y perdí el norte de la inspiración, ciertamente la hoja de papel en la que todo iba a empezar, sigue estando completamente en blanco, mi escritorio sigue estando libre de cualquier indicio de que quisiera escribir algo y en mi computador tampoco hay historias.

Hay tantas cosas que quisiera decir, tanto de lo cual pudiera quejarme y otro tanto que quisiera agradecer, por ejemplo, podría decir que al estar culminando otra etapa de mi vida me he trazado demasiados proyectos para la siguiente ruta a tomar, aunque tal vez mi destino sea incierto; podría quejarme de lo mucho que me disgusta que aquellos a los que el pueblo designa como sus dirigentes, para que tome las mejores decisiones y nos conduzca a un mejor futuro como sociedad, sean los mismos que están dañando todo lo bueno que hay, robando al pueblo que los eligió y aplicando ese refrán que dice que “el rico cada vez es más rico y el pobre cada vez es más pobre”, y podría agradecer por las interminables cosas buenas que surgen día con día en mi vida, por mi familia y por mis amigos, o por el simple hecho de tener la fortuna de despertar cada día para ver nuevamente la grandeza de Dios.

Aún así, el papel sigue estando en blanco, no puedo decidir sobre qué escribir, n siento que tenga una motivación verdaderamente grade como para producir un texto, o de pronto todas son tan grandes que no vale la pena dejar una sola por fuera, antes escribir era demasiado fácil pues los temas venían uno a uno y no se agolpaban en mi mente, mis manos eran una herramienta de expresión por medio de palabras escritas con millones de significados, mi boca susurraba cada palabra al estar escribiendo para que mis oídos dieran su aprobación, aquella que indicase que las palabras elegidas eran las idóneas y en caso contrario sugirieran a mi mente otra combinación que siguiera el mismo conducto regular para que todo quedara en perfecta armonía.

El don de la pluma, como alguna vez me comentaron, se está extinguiendo o tal vez está demasiado apaciguado en éste momento, como dije antes, no quiero escribir algo que suene a lo mismo que todos dicen, quiero marcar una pauta diferente, pero ¿cómo hacerlo si todo el mundo habla de los mismos temas?, los periodistas hablan de los acontecimientos recientes en el mundo, todos tan diversos y de diferentes opiniones, que cusan controversia o que pasan desapercibidos, los ambientalistas hablan del daño que el hombre causa al medio ambiente, los religiosos de la religión, los maestros de sus clases, los estudiantes de sus notas, en fin, todo el mundo se ha vuelto demasiado monótono a la hora de hablar que hace que algunos pierdan esa autonomía a la hora de escribir, o que simplemente se opte por el camino más fácil, seguir a los demás en su carrera de monotonía.

Cuanto tiempo ha transcurrido, y ahí sigue la hoja de papel intacta, sin una sola letra plasmada en ella, sin un solo vestigio de borrones o tachones, ella sigue ahí, esperando a que tome mi pluma y empiece a trazar sobre ella las líneas que juntas se conviertan en letras, las letras en palabras, las palabras en frases, y las frases en textos.

Mi mente sigue en blanco esperando alguna idea nueva, algo que de un momento a otro haga vibrar mi ser, despierte mis sentidos y haga que el papel deje de estar en blanco y la pluma inútil, y así, en total sintonía mente y alma produzcan algo que hechice no solo mis sentidos sino los de mis lectores, y que abra los ojos a tantos que son estar ciegos fisiológicamente han dejado de ver.

Seguiré esperando haber que surge, y como me sugirió un gran maestro, dejaré de intentar para hacer las cosas, finalmente, la meta del día será escribir ese cuento.

Mi querido aliado

Hay algo en tus ojos que me ha cautivado, tal vez sea su color, tal vez sea la forma en que se abren y cierran, o tal vez sea la pureza de ellos, esa transparencia que me permite ver la profundidad de tu alma.

Los dos hemos tenido pasados diferentes, los dos hemos transitado por diferentes senderos, pero en un momento dado nuestros caminos se cruzaron y permitieron que nos encontráramos, que nos conocieramos, que vislumbráramos a lo lejos a ese "alguien" que podría ser quien necesitamos en el momento para darnos una palabra de aliento, para tendernos la mano y ayudarnos a levantar del frío pavimento luego de una batalla fallida, y ofrecernos su apoyo para librar la guerra.

La primera vez que vi tus ojos, debo confesar, me intimidaron un poco, pues con una sola mirada sentí que estaban develando mi alma, y en cierta forma así fue, aunque yo también quería descubrir quién se encontraba tras esa figura humana, quería descubrir lo que esconde tu alma.

Lo que me encanta de ti es que sin comprometer nuestros sentimientos en algo más allá que una amistad, podemos ser uno solo, pues nuestras almas son parecidas, nuestras pasiones similares, y aún así seguimos siendo diferentes para poder aprender el uno del otro, AMIGOS, eso es lo único que podemos decirnos ser, amantes de la vida, legionarios de diferentes ejércitos, y capaces de unir fuerzas cuando la situación lo demanda.

Sabes que no te conozco totalmente y se que tu a mi tampoco, pero siento como si nos conocieramos de toda la vida, hablar contigo, reír contigo, trabajar contigo, es interesante, es diferente por decir de alguna manera, enriquecedor porque de ti aprendo, gratificante porque hay buenos resultados y desconcertante algunas veces porque nunca se que esperar de ti.


Si, eres soldado de otro ejército, con tácticas de batalla que no conozco en su totalidad, inciertas, diferentes, astutas, pero aún así, reconozco muchas de ellas pues mi modo de pelear es algo parecido, y por eso al batallar a tu lado hemos logrado ser complemento y no enemigo, usando armas y uniformes diferentes, siendo cada uno como es, ganamos ésta batalla de entrenamiento... espero que al momento de llegar la guerra aún estés de mi lado y que junto con muchos otros soldados logremos ganar la guerra por un mundo mejor.

Mi querido aliado, espero verte pronto y seguir aprendiendo de ti.

viernes, 27 de mayo de 2011

ESCRITOS MUSICALES CRIP 2010

En ésta ocasión, comparto con ustedes, unos escritos desarrollados en un curso que tomé hace un año, dichos escritos surgieron a petición del docente, con temas específicos e inspirados por la melodía de fondo proporcionada por el mismo.



LOS TEMAS:

  • Lujuria
  • Ira
  • Ambición
  • Apego
  • Vanidad

LAS HISTORIAS:

1. El incontrolable deseo de Ramón.


En el mismo instante en que Ramón empezó a frecuentar constantemente la casa de su mejor amigo Gabriel, surgió en él una sensación que nunca había sentido y fue entonces cuando comprendió que las cosas cambiarían.

Ramón y Gabriel eran amigos desde la infancia, conocían todo uno del otro, sus familias, sus amigos, sus trabajos y compromisos, en fin, todo, y nunca había pasado algo como lo que estaría por suceder.

Ramón tenía 30 años y no había encontrado la mujer con la cual le hubiese gustado pasar el resto de sus días, pero Gabriel quien era tres años mayor que él, se había casado con una mujer a la cual quería como a un tesoro. Ramón desconocía a dicha mujer pues se había alejado de Gabriel en los últimos dos años debido a sus compromisos laborales, pero al volver, Gabriel quiso que su mejor amigo, casi su hermano, conociera a la persona que le había robado el corazón. Cuando Ramón conoció a esa mujer quedó impresionado con su belleza y se empezó a sentir atraído por ella a tal punto de no poder mantenerse alejado de dicha mujer, así que empezó a frecuentarla sin importar que Gabriel estuviera presente o no, buscando conquistar a la mujer que le quitaba el sueño y por la cual sería capaz de todo.

Ramón se olvidó de lo valiosa que era la amistad que había mantenido con Gabriel, lo único que le importaba era esa mujer, la mujer que lo hechizó, e insistió tanto que logró que ella también traicionara el amor que Gabriel le profesaba, y las cosas no iban a estar así por mucho tiempo, pues Gabriel se enteró de la situación y se apartó de ambos.

Ramón pronto se aburrió de la que fuera la esposa de su amigo, y empezó a buscar a una y otra mujer, alguna que lograra enseñarle el verdadero significado del amor, y nunca lo consiguió porque el problema no era encontrar el amor sino el deseo incontrolable de encontrar la satisfacción plena de sus deseos carnales.

2. Lección de vida.

Todo marchaba conforme se había planeado, pero de un momento a otro las cosas se salieron de su cause haciendo que Oscar perdiera la clama y se tropezara con la cruda realidad del mundo, y fue tan fuerte su sorpresa que empezó a desquitarse con todo aquel al que se encontraba en el camino.

Siempre buscó la forma de retornar a la estabilidad que tenía cuando la historia comenzó, sin importar lo que pudiera pasar a su alrededor, pero las cosas nunca serían como antes, pues era necesario que él se diera por enterado de que no es el único que sufre o puede llegar a sufrir las injusticias de la vida.

Al ver que las cosas no salían como él quería y que empeoraban cada vez más, llegó a querer darse por vencido, pero había algo en él que le impedía hacerlo, el orgullo, y no sólo eso, sino también la necesidad de demostrarse a si mismo que podía sortear cualquier situación que se le presentara, pero como siempre, no todo es tan fácil; la vida busca la forma de enseñarnos las cosas de la manera más sabia, y eso era lo que a Oscar le causaba indignación y enojo, se sentía impotente al no poder regresar a su vida anterior, frustrado al ver fracasar uno tras otro todos sus intentos, sus proyectos y sus planes, en fin.

Cada vez que fracasaba, más ira sentía contra todo y contra todos, todo se estaba convirtiendo en una obsesión para él, todo le producía malestar, nada era bueno, nada le satisfacía, sólo quería regresar a ser quien fue, y entre más ira sentía, más acababa con su vida, pues se alejó de todo y de todos porque creyó que lo que lo apartaba de su fin no era él, sino todo aquel que estaba con él. Se fue matando poco a poco, mató al hombre ingenioso que era antes, mató al hombre soñador, al hombre guerrero, mató su capacidad de amar, y renunció a ser, solo le importaba poseer.


La vida jamás le permitiría avanzar sin que aprendiera la lección, pero Oscar nunca quiso aprenderla, la vida le dio todas las herramientas para retornar a ser quien era, pero Oscar nunca las vio o no las quiso ver. Tenía a su lado a seres tan maravillosos que le apoyaban en todo momento y le alentaban a seguir luchando, y él las alejó, tenía la posibilidad de ayudar a otros pero nunca lo hizo, tenía mil cosas más pero la ira lo cegó, ira contra la vida y contra si mismo por no poder hacer lo que pretendía, y la misma ira fue la que lo condujo a un trágico final, un final que ni yo me atrevo a mencionar, pero un final que dejó una lección de vida, si no para él, si para aquellos que estuvieron con él.


3.  La ambición terminó con la vida y despertó la realidad.

Cuando Patricia comenzó a triunfar, inició también una etapa de cambio en su vida, cambio que la llevaría a buscar siempre la forma de obtener más, más dinero, más poder, más bienes materiales; y cada día que pasaba, nada le era suficiente, siempre quería más, y pensaba que todo lo podría obtener fácilmente pues estaba confiada en que su trabajo le proporcionaría todas esas cosas que ella deseaba, sin darse cuenta que estaba perjudicando a los demás y de la misma manera estaba perjudicándose a sí misma, pues la compañía en la que trabajaba ya no tenía la misma competitividad que antes, ya no producía igual que antes, y todo porque los empleados se sentían maltratados, sentían que les estaban exigiendo demasiado y no se les remuneraba de forma proporcional a su desempeño,  y fue entonces cuando le entregaron una carta de despido por malos tratos al personal de trabajo.

Dicha carta no le impediría continuar buscando obtener todo lo que quería, y dicha obsesión la llevaría también a cometer actos ilegales, llegó a robar, a mentir, a estafar, para Patricia no había un límite que le impidiera seguir adelante con sus objetivos, y no había quien pudiera sacarla de su error, pero las cosas no siempre salen como uno se propone, y a Patricia le llegó la hora de parar, de hacer un alto en el camino y ver en que se había convertido.


Lo triste de la historia es que Patricia se detuvo en el mismo instante, en que por su ambición, perdió al ser que más quería, pues cometió un error garrafal al involucrarse con gente peligrosa en negocios poco recomendables, y por querer más, decidieron acabar con ella, pero él, el único amor de Patricia, se interpuso entre la bala que le quitaría la vida y la mujer que representaba su vida; fue en ese momento en que Patricia recordó todo lo que había hecho y todo lo que había perdido por la ambición tan grande que la inundaba.


4. El apego de Laura a un amor.


Laura era una mujer que jamás estaba sola, estaba enamorada de la vida, y la misma le había regalado al amor de su vida; un hombre que la había amado, con quien había compartido todo, pero que en un determinado momento, y por el infortunio de la vida se separó de ella, dejando a Laura inmersa en una profunda tristeza y en una gran soledad.

El tiempo transcurría lentamente, y cada día que pasaba, Laura se entregaba más a la soledad, y se estaba dejando vencer por la muerte, pero sus amigos buscaban la forma de animarla y sacarla de su depresión, así que le empezaron a presentar a nuevas personas con las que ella compartía pero nunca sería como antes.


La soledad impulsó a que Laura buscara refugio en cada persona que pudiese llegar a su vida, pero sufría bastante cada vez que retornaba a esa orfandad en la que estaba desde hacía mucho tiempo. Ella no podía vivir sola, dependía cada vez más de la compañía de alguien, necesitaba dejar de sentirse sola, necesitaba estar siempre rodeada de personas y a la vez de nadie, pues quería que el causante de su soledad retornara a su vida; pues él y solo él había marcado la vida de Laura, ella se apegó tanto a él, que no concebía la vida sin estar a su lado y cuando buscaba apartarse del recuerdo, era éste mismo el que la hacía regresar a esa infinita soledad en la que vivía y de la cual solo podría salir en el mismo instante en que se reuniera con su amado, el único inconveniente era que la eternidad los separaba y él jamás regresaría a rescatar a Laura de esa soledad pues la muerte los había apartado.

5. La vida vacía de Alejandra.


Se respiraba paz y tranquilidad en el ambiente, todo era maravilloso, nada podía alterar la forma en que Alejandra llevaba su vida, todo era conforme ella quería, nadie objetaba nada y para ella todo era perfecto, inclusive su mismo ser era una muestra de perfección.

Alejandra creía poseer lo necesario para cada situación, creía ser lo bastante buena para desempeñar cualquier oficio, y más si su “belleza” le ayudaba a conseguirlo, definitivamente, para Alejandra, en el mundo no había nada ni nadie que se pudiera comparar con ella, y consideraba que ni el mismo Dios podía compararse con su hermosura.

Cuidaba su cuerpo de tal manera que la mayor parte del tiempo buscaba sentirse bella, agradar a la vista de los demás, ser la mejor en el sentido corporal, a tal punto que llegó a olvidar nutrirse de conocimientos, se olvidó que la belleza de un ser humano no solo recae en la belleza física, sino también, en la belleza de su alma, en su capacidad espiritual y en su intelecto.

Alejandra era vacía, no pensaba en nadie más que en sí misma, y no se permitía querer a nadie que no estuviera a su “altura” pues la perfección no podía perderse, creía que al ser “perfecta”, debía encontrar alguien “perfecto” que estuviera con ella, pero esto no le preocupaba en lo absoluto.


Siempre vivió con la idea de ser la mujer más bella, de ser mejor que los demás y con la idea de que cuidar su físico era lo que la llevaría a la gloria eterna, nunca nadie la sacó de su error, nunca nadie le pudo decir que el físico no era lo único que importaba, pues fue educada en medio de un ambiente de lujos y comodidades que jamás se terminaría, ella estaba atrapada en una burbuja de cristal que no se rompería porque la que mantenía esa burbuja intacta era la misma Alejandra, pues desde siempre se le enseño que nadie era mejor que ella.

Espero les haya gustado el trabajo desarrollado, en una próxima oportunidad publicaré otras locuras...

martes, 17 de mayo de 2011

11 Razones en contra de la soledad.

Hablaba con un amigo y me planteó tres razones por las cuales en éste momento no comparte su camino con alguien más, él me dijo:
  1. No tengo tiempo para buscarla
  2. Si la busco probablemente no la encuentro porque tampoco tendrá tiempo dada la probabilidad de que tengamos el mismo tiempo libre en el mismo lugar. Conclusión, estaré solo un buen rato
  3. No puedo evitar aplicar el razonamiento a los sentimientos, y ahí hay un problema, sentimientos y razones no van de la mano. Por cierto, el razonamiento anterior no va con lo emocional.




Luego de escuchar sus razones, le dije: "te voy a dar varias razones para que no estés solo", y por el momento solo se me ocurren éstas:


  1. La vida siempre te ayuda a encontrar a esa persona por más ocupado que estés
  2. Aunque la probabilidad de coincidir con una persona en el mismo lugar y que los dos tengan tiempo libre sea limitada, siempre hay varias formas para estar en contacto con una persona, los detalles del alma son bastante relevantes y eso ayuda a conquistar el corazón de una mujer, conclusión, la solución está en tus manos
  3. Si no te das la oportunidad de conocer a alguien, es poco probable que algún día llegues a encontrar a esa persona especial
  4. Si no la buscas tú, o por lo menos lo intentas, y si no te das la oportunidad de verla, ella no va a llegar sola a tu lado, porque muy seguramente va a pensar que no es lo que tu esperas de la vida, y no se va a quedar esperando a que decidas reconocerla
  5. El amor es enigmático, hay que aprender a descubrirlo
  6. No le pongas mucha razón al corazón, él actúa por su propia cuenta, pero si le pones una venda en los ojos, atas sus manos y tapas sus oídos, cómo va a reconocerla?
  7. No le pongas mucho corazón a la razón, ésta última te ayudará a tomar la mejor decisión para no sufrir
  8. Tú eres el artífice de tu vida, si quieres estar solo, estarás solo, si quieres ver la belleza de la vida, podrás verla, si quieres escuchar las más bellas melodías solo basta con proponerse encontrarlas.
  9. Por más analítico que seas, también eres un hombre y necesitas amar y sentirte amado.
  10. Si de razonamientos hablamos, los polos opuestos se atraen y "positivo" por "positivo" es "positivo", entonces si quieres ponerle un poquito de adrenalina a tu vida, busca a alguien que combine los razonamientos ya planteados.
  11. Sé feliz, disfruta tu vida, y si finalmente no encuentras a esa persona especial, aún te quedan los amigos, para sonreír.
Bueno, luego de haber escrito las diferentes razones, me he quedado pensando en algo.... ¿qué pasa conmigo?, hay más de una de las razones que di que no he contemplado en mi vida, y como no quiero aplicar el refrán popular que dice "El cura predica pero no aplica", entonces voy a darme la oportunidad de dejar de cantarle a la soledad, de escribirle al viento, de dibujar un alguien sin rostro, de hablarle a las estrellas sin razón alguna y de escribir poemas sin sentido, aunque los poemas creo que si los abandonaré, pues versar es muy difícil.


domingo, 15 de mayo de 2011

Maestro


Me pidieron que te llamara profesor, luego y con el paso del tiempo, me di cuenta que profesor no era una palabra que abarcara todo lo que tu representas, una palabra que no te define como persona o profesional, o por lo menos no la persona que tu eres.

Me di entonces a la tarea de buscar la mejor manera de llamarte, de encontrar aquel título que por lo menos intentara asemejarse a lo mucho que representas para mí, y luego de un tiempo conocí a alguien quien mencionó una palabra que quedó retumbando en mi mente, "maestro". ¿Maestro?, me pregunté, ¿será esa la palabra que estoy buscando?, entonces pensé usar una herramienta que alguien como tú me enseñó a usar cuando era pequeña, y en ella encontré:

  • "Profesor, docente o enseñante es quien se dedica profesionalmente a la enseñanza, bien con carácter general, bien especializado en una determinada área de conocimiento, asignatura, disciplina académica, ciencia o arte."
  • "Un maestro, (del lat. magister, -tri), en sentido general, es una persona a la que se le reconoce una habilidad extraordinaria en una determinada área del saber, con capacidad de enseñar y compartir sus conocimientos con otras personas, denominadas discípulos o aprendices"
Bien, pensé, maestro es una palabra que aproximadamente define lo que pienso respecto a ti, pero como no abarca todo, y no hay una mejor palabra, entonces te escribo éstas líneas para complementar la definición:

Mi querido maestro, por mucho tiempo has guiado mis pasos, me has hecho ver mis errores y la manera de corregirlos, me has aconsejado, me has puesto muchos trabajos que aunque en el momento no entienda por qué los debo hacer o para qué me sirven, finalmente descubrí que aparte de enseñarme lo correspondiente a la materia, me hacen aprender a pensar, a trabajar y a valorar el tiempo.

Tú, con palabras suaves, me enseñaste la mejor manera de volar, pero me permitiste tomar la decisión de cuándo y cómo hacerlo, y me dijiste que si caía al suelo, no me rindiera, sino retomara mi vuelo.

Me contaste muchas locuras que hiciste en el pasado, muchas experiencias vividas, muchos sueños realizados y otros si realizar, me dejaste ver quien eres, y compartiste conmigo tus planes futuros, con todo eso, me enseñaste a soñar, pero no a soñar tus sueños, ni a vivir tu vida, sino a descubrir mi camino, mis expectativas, mis experiencias, me enseñaste a pintar mis propios sueños y me alentaste a vivirlos.

Me llevaste de la mano mientras me enseñabas cómo es la vida, cómo la has vivido, y me soltaste cuando viste que ya era hora que yo aprendiera a caminar sola, a vivir mi propia vida.

Todas las indicaciones que pusiste sobre la mesa de trabajo, todas las ecuaciones que escribiste en el tablero, todos los razonamientos filosóficos o poéticos que me transmitiste, todo ha servido para algo, por lo tanto, hoy te puedo decir que no has perdido tu tiempo.

Me encanta de ti el hecho de que seas capaz de compartir conmigo y con los demás todos tus conocimientos, me da gusto que no te des por vencido al ver que muchos no se interesan en lo que dices, sino que por el contrario, lo sigues intentando.

Agradezco que muchas veces en tu afán de hacerme comprender las cosas, busques los ejemplos más gráficos, te sientes junto a mi a explicarme, y hasta me hagas reír.

“Maestro”, tal vez se quedó corta la palabra para definirte, tal vez hasta todo lo que he plasmado en éstas letras también sea poco para lo mucho que tu eres, pues además de ser mi guía “académico” por así decirlo, eres mi amigo, ese alguien que con ejemplo me enseñó y me sigue enseñando, que con palabras dulces me dice “yo se que puedes”, que con una sonrisa en el rostro pronuncia las palabras “para atrás ni para coger impulso”, que resalta todo lo bueno que tengo y me fortalece para continuar en la batalla de la vida.

Mi querido AMIGO, espero que este pequeño reconocimiento alegre un poquito tu día, y que aunque sea poco, retribuya en algo lo mucho que me diste a lo largo de todos estos años de aprendizaje.

miércoles, 11 de mayo de 2011

Dónde quedó la inspiración?

Ahora es cuando quiero preguntarme cómo hacían aquellos románticos para escribir lo que llevan en el alma si la inspiración se ha agotado, ahora quisiera saber por qué de un momento para otro mis palabras no tienen la elocuencia que necesito plasmar en el papel, dónde quedó la rima de aquel ayer en el que escribir era tan sencillo como respirar, ¿cuándo dejaron de surgir libremente las palabras correctas?, antes ellas fluían en mi mente como el agua en el mar.

El tiempo sigue pasando y yo sigo como un ente frente al computador sin saber que escribir, la página aún está en blanco, podría escribir lo que quisiera pero el problema radica en eso, no se que quiero escribir, no se para qué escribir, no tengo un motivo, una razón, una fuerza que me empuje a plasmar algo, no tengo ya palabras para decir, todas se las robó un ladrón desconocido, mi inspiración se fue sin avisar y ahora no tengo más que decir.

Me pregunto entonces, qué puede hacer un loco sin su locura, un pintor sin pinturas, un cantante sin canciones, un compositor sin melodías, una estrella sin brillo, y un escritor sin musa?.... aquel que sepa la respuesta que me la diga, pues en este punto de la historia ya no se ni lo que pienso, ni lo que digo, ahora creo que alguien más se ha llevado mi cordura.....

Un poema sin sentido....

La noche llena de estrellas,
el día lleno de luz,
la vida infinita condena,
si a mi lado no estás tu.

Una brújula sin norte,
un rumbo sin dirección,
una vida sin horizonte,
un amor sin comprensión.

Tus ojos como luceros brillantes,
tu sonrisa blanca como el marfil,
tú, de mirada inquietante,
yo, con un suspiro sutil.

Tus manos suaves como la brisa,
tus labios dulces como la miel,
tú, el culpable de mi sonrisa,
tú, hechicero de mi piel.

Y como este poema no tiene sentido,
ni poema podría ser
pues las rimas aquí escritas han surgido,
cuando no tenía nada que hacer.


sábado, 7 de mayo de 2011

Para ti Mamá

Una madre tan especial como tú merece todos los reconocimientos más importantes del mundo por éstas razones:
  1. Por ser mujer
  2. Por haberme regalado el derecho a vivir
  3. Por haberme cargado en tu vientre nueve meses y al nacer seguir llevándome en tus brazos
  4. Por la caricia más suave que he recibido
  5. Por las dulces canciones que cantaste todas las noches sobre mi cuna
  6. Por todas las noches que pasaste en vela cuidando de mi
  7. Por todas las veces que secaste mis lágrimas
  8. Por enseñarme a decir mis primeras palabras
  9. Por sostenerme mientras daba mis primeros pasos
  10. Por correr a auxiliarme cuando más te necesitaba
  11. Porque me enseñaste a leer y a escribir
  12. Por todos los años que me llevaste de la mano al colegio y de regreso a casa
  13. Porque me ayudabas a cruzar los obstáculos que entonces eran los más grandes para mi
  14. Porque nunca dejaste de quererme a pesar de los errores que cometiera
  15. Porque sigues a mi lado apoyandome en mis locuras
  16. Porque me tiendes la mano cuando te necesito
  17. Porque te sigues preocupando por mi sin importar mi edad
  18. Porque sufres cuando yo sufro, te alegras con mis triunfos y me apoyas para levantarme de mis fracasos
  19. Porque sin importar la hora respondes a mi llamada
  20. Porque sabes aguantar mis cambios de humor
  21. Porque siempre buscas lo mejor para mi
  22. Porque quieres que sea grande sin olvidar de donde vengo, sin olvidar mis valores
  23. Porque me enseñaste que todo lo que tengo se lo debo a Dios
  24. Porque me reprendes cuando es necesario y me haces dar cuenta de que me estoy equivocando
  25. Porque siempre me indicas el mejor camino, pero me dejas tomar mis propias decisiones
  26. Porque me alientas a seguir adelante cuando siento que voy a desfallecer
  27. Porque nunca me niegas un consejo
  28. Porque eres la mejor de mis amigas
  29. Porque siempre estas atenta a escucharme
  30. Porque tus manos saben curar mis heridas así sean en el alma
  31. Porque me leíste cuentos infantiles, me cuentas tus historias y siempre piensas en mi futuro
  32. Porque me dejas soñar
  33. Porque me estás enseñando a desplegar mis alas para que llegado el día de volar sepa hacerlo y no me estrelle contra el mundo
  34. Por tantos cumpleaños que me has festejado
  35. Por tantos regalos que me has dado
  36. Porque me perdonas cada vez que me equivoco
  37. Porque luchas por mi bienestar
  38. Porque me sigues levantando del suelo cada vez que pierdo una batalla y me curas para ganar la siguiente
  39. Por ayudarme a dibujar mis sueños en mi mente y en la tuya
  40. Por enseñarme a que debo asumir las consecuencias de mis errores
  41. Por enseñarme que hay que pensar siempre positivamente y nunca perder la esperanza
  42. Por confiar en mi en todo momento
  43. Por nunca haberte arrepentido de ser mamá.
Por estas y muchas cosas más hoy quiero agradecerte, darte un beso y un gran abrazo.
No te miento cuando te digo que te amo, no te miento cuando te digo que eres la mejor madre del mundo, y si he de ser sincera,  debo reconocerte en éste momento que al estar escribiendo estas letras para ti, he llorado recordando tantas palabras que dije y pudieron herirte, recordando todas las cosas tan buenas que me has dado, tantos momentos que hemos compartido juntas y soñando tantas cosas que vendrán.

Madre mía, espero que este pequeño detalle llegue a tu corazón y te alegre un poquito el alma, pues para la mejor mujer del mundo solo quiero lo mejor.
TE AMO.

viernes, 6 de mayo de 2011

Quisiera que el sueño fuera un déjà vu

Desperté de uno de los sueños más profundos y dulces que he tenido, desperté y dejé de ver tus ojos, aquellos ojos tan profundos como el mar y tan negros como el ébano; dejé de escuchar tu voz, esa voz fuerte y suave a la vez, esa voz que hechiza mis sentidos, dejé también de sentir tus manos sobre las mías, aquellas manos que me acarician de la manera más sensible sin perder la fortaleza para sostenerme; desperté y te fuiste en una nube de recuerdos, te desvaneciste en mi memoria como la niebla en la aurora.

Desperté de aquel sueño que me gustaría fuera un déjà vu, pues volvería a perderme en tu mirada, a bailar al ritmo de tu voz, a sentir tus caricias, a ser uno contigo; dejaría de soñarte para amarte y dejaría de dibujar tu silueta e idealizarte para saber que eres mi realidad.