jueves, 2 de diciembre de 2010

Aunque te quiera


Una vez más Dios ilumina el cielo nocturno con millones de estrellas; estrellas que brillan para los dos, que juegan con la luna, que escriben nuestros nombres en el firmamento, que me dicen que te quiero y que quiero tenerte cerca.

Pero una vez más me he percatado de tu ausencia, de tu infinita lejanía, de tus palabras tan calladas, de tus caricias tan frías, de tu mirada tan ciega, porque nuevamente mi corazón ha descubierto que el tuyo aún no quiere darnos cabida a los dos, que en ti aun quedan rastros del pasado, el fantasma de tu antiguo amor aún está latente en tu corazón, arraigado a él, escondido en tu pensamiento y luchando por tu amor.

He divisado una estrella, tal vez la más bella, y en ella he escrito un deseo, pero más que un deseo es una petición. Le he pedido al cielo que aclare tus sentimientos, y que si llegado el caso tú no puedas quererme, me obligue a olvidarte para no hacerme daño, a sanar mis heridas y a volver a volar.

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