Llevo más de dos años queriendo escapar de mi vida, de mi familia, de mis amigos, de mis enemigos, de los conocidos, de todo, hasta de mi propio ser.
Llevo más de dos años preguntándome si en verdad quiero escapar o es una simple ilusión de la mente, pues sé que escapar es de cobardes, y si algo no soy es eso, pero hay momentos en que quisiera serlo, momentos como el de ahora, pues mientras escribo estas letras están pasando millones de ideas por mi mente, millones de sentimientos contradictorios por mi corazón, millones de sensaciones por mi piel, y solo quiero alejarme de todo, irme por lo menos por un tiempo a un lugar donde no tenga ni la mínima posibilidad de pensar en lo que soy, en lo que tengo o no tengo, en lo que represento para los demás, en mis gustos o disgustos, un lugar donde no pueda pensar en nada, ni siquiera en escapar.
Escapar, esa palabra retumba en mi mente, tal vez es porque a mi corta edad ya quiero ser independiente, vivir mi vida bajo mis propias reglas, aceptando las consecuencias positivas o negativas de mis decisiones, permitiendome descubrir quién soy en verdad, pues en realidad no lo tengo claro, porque siempre somos lo que los demás quieren hacer de nosotros.
Sí, también quiero escapar de los malditos prejuicios sociales, los mismos que me hacen ser alguien diferente dependiendo del entorno en que me desenvuelva, en mi casa tengo que ser la hija perfecta, quien no puede tener un solo error porque sería fatal, con mis amigos, la persona más abierta y confiable pero también la más correcta, con mis maestros la alumna 10, en la oficina el empleado que todo el mundo quisiera tener ya que hace todo sin refutar palabra alguna, y yo, para mí, no tengo ni idea quién soy...
En algún momento creí saber quién era, pero tal vez solo era una ilusión, un esquema armado por todas las personas que conviven conmigo, sí, eso era solo que no lo había visto tan claro como ahora, en resumen era una persona de 21 años, una carrera casi finalizada, un buen trabajo, gustos sofisticados, apreciación musical perfecta, pocos amigos, muchos conocidos, personalidad predecible, con capacidad de adaptación al medio en que se deba desenvolver, condición económica soportable, con el atuendo perfecto para cada situación y aún así sin muchos de ellos, camaleónica podría decirse, y un pésimo gusto por escribir.
Eso era, eso "soy", no voy a negar que muchas cosas de mi vida me gustan, no me puedo quejar de la carrera que escogí, finalmente fue la primera decisión que pude tomar para mí, y soy feliz con eso, estoy a gusto en el lugar donde trabajo pues es un mundo enigmático que puedo conocer y además me pagan por hacerlo, mi familia como todas tiene sus cosas buenas y cosas malas, pero es mi familia y así está bien, mis amigos, realmente creo que no los conozco pero también estoy conforme con los pocos ratos que puedo compartir con ellos, y hasta el pésimo gusto por la escritura me encanta.
Pero algo falta en mi vida, algo que hace que necesite escapar a buscarle, a buscar mi verdadera escencia, a dejar de ser yo para ser quien verdaderamente debo ser, y nuevamente quiero escapar hasta de esa estúpida idea de escapar...
Quiero dejarme llevar por el viento, hasta las estrellas, quiero sobrepasar el límite del tiempo y del espacio, quiero hacer tantas cosas, pero lo único que no se aún es si vale la pena escapar.
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