Hoy es uno de los días más importantes de nuestras vidas, representa ante todo la finalización de otra etapa; si, es el final y el inicio, el adiós y un hasta pronto, nuevos caminos transitaremos durante un largo tiempo, es el comenzar a recordar cada paso que dimos, a reflexionar sobre todas aquellas cosas que en la vida como estudiantes del colegio logramos aprovechar, es el empezar a dar frutos después de recolectar enseñanzas, y sobretodo el recuerdo de momentos inolvidables, que dejaron una huella imborrable en nuestro corazón, todos aquellos instantes son los que compartimos al lado de personas tan especiales como ustedes, que año tras año iban de nuestra mano para indicarnos el camino correcto, para mostrarnos nuestros errores y para darnos una palabra de aliento.
Hoy al concluir nuestro camino y estando a puertas de uno nuevo queremos agradecer cada uno de los seres que contribuyeron a nuestra formación, agradecemos a Dios el permitirnos haber compartido cada minuto de nuestra estadía en el colegio con personas que pudieron aprovechar cada minúscula cosa que indirectamente les ofrecimos y que a la vez nos ofrecieron a nosotras, gracias a nuestros padres que han luchado por darnos lo mejor, por buscar para nosotras un futuro en el cual nos podamos defender y salir adelante con cada una de las enseñanzas que nos han brindado, gracias a los docentes que nos instruyeron, nos enseñaron que en la vida todo tiene una explicación, y que más que nuestros maestros, con el tiempo se convirtieron en nuestros amigos, esos amigos que te motivan a seguir luchando, a entregarlo todo para que la vida te recompense.
Gracias a nuestras compañeras que al enseñarnos que en un final lo más satisfactorio no es el haber triunfado sino el saber que todo lo que hemos luchado se ve reflejado en buenos resultados, superando obstáculos que probablemente se veían imposibles de lograr, pero con la lucha y el esfuerzo llegamos a vencer. A las niñas de grado décimo deseamos entregarles toda una vida de tradiciones, de sueños, de grandes promociones, aprovechen cada cosa que el colegio les ofrece, vivenciando los valores que nuestra madre fundadora Marie Poussepin nos regaló.
Continúen con la labor de enseñanza y siempre que den un paso adelante piensen que las generaciones futuras las recordaran por esto, cuiden mucho del colegio y de las personas que hacen parte de él, pero sobre todo cuiden de esas chiquitas que en el día de mañana estarán en la misma posición que nosotras, aprendan de ellas que cada pequeña cosa tiene un valor, un significado y que nunca hay que dejar de ser niños.
Por último nos resta decirle a toda la comunidad presentina que aprovechen todo lo que la vida les ofrece, para que cuando miren al pasado y recuerden aquel ayer donde dije “no puedo”, después de tanto esfuerzo hoy estoy diciendo “lo logré”, por esto recuerden siempre aquella frase que dice: “Cuando la vida te presente mil razones para llorar, demuéstrale que tienes mil y una razones por las cuales sonreír”.
Que Dios los bendiga.
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