Por: Mary Julliette Montero Moyano.
Hoy, al estar sumergida en medio de la tensión de un momento dónde se define una parte del futuro, y se reciben los frutos del trabajo de todo un semestre, dónde solamente prima la incertidumbre y lo que más se desea se ve cerca pero a la vez lejos, me he percatado de que no estoy sola.
Allí, en ese recinto en el cúal los nervios controlaban mi vida, ustedes estaban conmigo, jamás se alejaron, estaban atentos a cualquier cosa que pudiera suceder y dispuestos a consolarme o a felicitarme.
En ese momento comprendí que no importa que suceda, ustedes siempre estarán a mi lado apoyandome, y he recordado nuestro pasado.
Con ustedes he compartido alegrías y tristezas, hemos reído y llorado, hemos soñado juntos y caído en la realidad; junto a ustedes he vivido experiencias difíciles de asimilar, he madurado, he dejado los rencores atrás y de cada uno aprendí algo diferente, algo que de una u otra forma también me ha hecho madurar.
JR: De tí aprendí que en la vida la esperanza nunca debe perderse.
AT: Me enseñaste el verdadero significado de un amigo y el valor que debe tenerse para seguir luchando.
JG: Gracias por hacerme ver que las cosas, por más duras que sean, hay que recibirlas de frente, y que si existen personas sinceras.
CS: Aprendí a confiar un poco más en las personas gracias a tí.
DG:Contigo aprendí que a la vida hay que sonreírle aún en medio de la adversidad.
JP: Aprendí que la vida hay que saberla vivir y que las bromas hay que saber tolerarlas.
Nuevos amigos: Aunque con ustedes no he compartido mucho tiempo, puedo decir que he aprendido a escuchar, a esperar, a apreciar las cosas más pequeñas pero relevantes de la vida.Como ven, de todos he aprendido algo, y con todos quiero seguir cruzando este camino, afrontando desafíos, saltando obstáculos, aprendiendo juntos y disfrutando de las maravillas que nos ofrece el mundo, y quiero que juntos podamos llegar a decir "somos ingenieros".
Les agradezco por todo, me excuso con ustedes si en algún momento les llegué a ofender ya sea con mis palabras o con mis acciones, y les reitero que conmigo ustedes siempre podrán contar.
Agradezco a Dios el haberme enviado a tales ángeles para ayudarme a cruzar el camino de la vida, nos vemos pronto.
Un abrazo.
Dios los bendiga.
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