martes, 21 de febrero de 2012

Recordandote...

Y una vez más escribo para desahogar mis sentimientos, una vez más para recordarte mi adorado tormento y para pormeterme nunca más pensar en lo que pudo pero no será.

Algunas veces quisiera salir corriendo a tus brazos y decirte lo que siento por vos, pero la razón me frena y el corazón no lucha; por qué? simplemente porque sabe que no es correspondido, y que en caso de llegar a tí y revelar sus secretos, jamás volverás a verlo de la misma manera, y te alejarás para siempre.

Me negué mil veces el quererte, y mil veces más afirmé haberte olvidado, pero en una de esas noches de pensamientos colectivos, de tantas y tantas tristezas que se recolectan, y tan pocas alegrías que se logran contemplar, recordé tu nombe y junto a él, el deseo ardiente de besar tus labios, de tocar tus manos, de fundirme contigo en la profindudad del universo; te recordé y realmente mis sentimientos se estremecieron al ver tu rostro dibujado en mi mente, tan detallado, que hubiese podido jurar tenerte en frente, pero la ilusión nunca sobrepasa la realidad, y aunque no estabas allí, tu recuerdo era el que me quemába el alma.

Marcaste mi corazón tan rápido que no tuve tiempo de esquivar el golpe, te metiste en mi vida de repente y ahora no puedo sacarte de ella aunque le ordene a mis manos dejar de escribirte, a mi mente dejar de pensarte, a mi ser dejar de extrañarte.

El frío de mi cuerpo reclama el calor de tus abrazos, mi boca reclama la tuya y mis venas el oxígeno de tu aroma, y sinembargo nunca he tendido ninguna de esas cosas, o por lo menos no de la forma en que un amante busca al ser amado; no las he tenido porque los dos distamos tanto como el agua y el aceite, somos polos opuestos y tal vez por lo mismo me atraes, ya sabes cómo es la física de la vida.

Si tan solo pudiera saber qué estas pensando en éste momento y acercarme a ti sin develar mis más profundos sentimientos para que dado un momento de valentía pueda decirte mirandote a los ojos cuánto te quiero, la vida se me haría más llevadera, pero he callado y seguiré callando, solo contándoselo al viento y al magno firmamento en aquellas noches de tristeza.



jueves, 16 de febrero de 2012

Rondas en mi mente

Rondas en mi mente.
By: Mary J. Montero.


Rondas en mi mente como las aves surcan el cielo, desde hace un par de días no sales de mis pensamientos y me cuesta entender el por qué del sentimiento.

Rondas en mi mente con tu mirada hechizante, con tu melodiosa voz y con una sonrisa triunfante que me hace creer que era inevitable que te apoderaras de ella, entras con la misma sonrisa que se esbosa en el rostro de un emperador cuando se apodera de otro reino, con estilo napoleónico, con la certeza de saberte mi dueño.

¿Cuántas veces he luchado para sacarte de mi pensamiento?, muchas, pero resulta que siempre hay algo que me dice "permitele estar allí, en tu memoria, no es un invasor, solo es un inquilino de tu corazón"; y sin tener argumentos para refutarlo, bajo mis armas y me retiro del campo de batalla, pero resulta que tu te quedas allí, como si nada hubiese pasado, comos si jamás me hubieses visto con la actitud feroz que tiene el guerrero que defiende sus ideales.

Rondas en mi mente y mi corazón te permite hacerlo, pienso que tal vez es porque en cierta medida yo también puedo rondar en la tuya pues aunque lo dudes, he sido capaz de entrar en tus pensamientos y derribar esa coraza que le muestras a la gente.

Si pudiera tenerte en frente, mirar fijamente tus ojos esmeralda y decirte que el hechizo se rompe cuando te permitas vislumbrar el ébano, solo entonces dejarías de rondar en mi mente, y entonces sería yo la que descubra que tan solo fue un sentimiento pasajero en una noche de penumbra, donde las estrellas nublaron mi pensamiento, el frío congeló mis huesos y mi mente se transportó a tí para decirte qué bueno que sabiendonos tan diferentes podamos ser uno solo en la infinidad de la verdadera amistad.